
Hoy llegamos al final de esta primera parte de nuestra serie sobre estilos sociales, con el último de ellos. Y si en este viaje te has visto reflejado en varios o en todos, ¡no te preocupes! es completamente normal.
Somos una mezcla de todos los estilos
Así que lo que puede parecer confuso al principio es, en realidad, una gran ventaja. Todos tenemos dentro una combinación de estilos sociales, con uno o dos que suelen predominar según el entorno en el que nos encontremos.
Lo importante no es que encajes en un único perfil, sino que entiendas cuáles son esos estilos predominantes en ti y cómo se manifiestan en tus diferentes contextos: en el trabajo, en la casa, con amigos.
Identificar estos estilos es apenas el primer paso. A partir de ahí, podrás trabajar en las fortalezas y en las áreas de oportunidad que cada uno ofrece. Este autoconocimiento no solo te ayuda a mejorar tu liderazgo, sino también a potenciar tus relaciones y aumentar tu bienestar.
Y hablando de entornos y autoconocimiento
El estilo de hoy se siente cómodo en situaciones donde la seguridad, la estabilidad y la armonía están a la orden del día. Un entorno laboral donde el equipo colabora muy bien y cada persona se siente valorada y escuchada, es su ideal. Sin embargo, en esa búsqueda constante de tranquilidad, puede surgir un desafío: el temor a perder esa seguridad que tanto valora puede llevarlo a aceptar más de lo que puede manejar solo para evitar un conflicto, o a resistirse al cambio, prefiriendo aferrarse a lo que le resulta probado y conocido.
Te cuento una historia...
Ana, una líder del área comercial, encarna este estilo perfectamente. Siempre ha sido conocida por su capacidad para mantener la estabilidad y evitar las confrontaciones. Su equipo la percibe como una figura en la que pueden confiar, alguien que siempre encuentra una manera tranquila de resolver cualquier desafío. Con el tiempo, Ana comenzó a ver que su deseo de evitar conflictos la hacía decir “sí" cuando realmente quería decir "no", y resistirse a cambios que, aunque incómodos, eran necesarios para el crecimiento de su equipo.
Ana se dio cuenta de que al evitar los conflictos, estaba comprometiendo su capacidad de liderar efectivamente.
Si te ves reflejado en Ana
Puede que tu estilo predominante sea el Seguro o Afable. Este estilo te ayuda crear ambientes de trabajo donde todos se sienten incluidos y apreciados. Te gusta colaborar, escuchas muy bien, valoras la lealtad, y eres ese a quien los demás buscan para mantener la calma cuando las cosas se ponen difíciles.
Pero como ya lo sabemos, encontrar el equilibrio es la clave. Cuando tu prioridad es evitar conflictos, puedes acabar sintiéndote atrapado en una rutina que limita tu desarrollo y el de tu equipo. Aprender a decir "no" y a enfrentar situaciones incómodas con firmeza puede ser un paso importante para mantener tu autenticidad y fortalecer tu liderazgo.
Practica este sencillo ejercicio y mira lo que pasa
Piensa en una situación reciente donde evitaste un conflicto para mantener la paz. Ahora, imagina cómo habría sido si hubieras expresado lo que realmente sentías. Escribe un breve diálogo donde te permitas ser honesto y directo, y después piensa: ¿Cómo me habría sentido si hubiera dicho esto?
Ahora reflexiona: ¿Qué puedo hacer la próxima vez para asegurarme de que mi voz se escuche sin comprometer la paz que tanto busco?
A lo largo de esta serie
Has podido descubrir cómo cada estilo social —Analítico, Directivo, Influyente y Seguro— aporta algo único a tu liderazgo y a tus relaciones. Cada uno tiene sus fortalezas, pero también sus desafíos. Y lo más importante es reconocer que, dependiendo del contexto en el que te encuentres, uno u otro estilo puede tomar el control.
Pero esto no termina aquí...
Hoy cerramos esta primera parte de la serie, pero la próxima semana, daremos un paso más allá. Empezaremos a explorar los superpoderes que como líder llevas dentro: esas fortalezas personales que, cuando se equilibran correctamente, pueden transformar no solo tu liderazgo, sino tu vida entera.
¿Alguna vez has sentido que te tomabas un veneno pero esperabas que el daño lo sufriera alguien más? Esa es solo una muestra de lo que exploraremos juntos en la próxima parte de nuestra serie.
¡Nos vemos en la próxima entrega!
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