
Hace unos días, mientras veía un juego de béisbol (una de mis grandes pasiones), pensaba en algo: en ese deporte, a cada jugador se le entrena para destacar justo donde es mejor.
Al pitcher no se le exige que sea un gran bateador. Se le entrena para lanzar. Al receptor no se le exige correr como un jardinero. Se le entrena para leer jugadas, reaccionar, sostener al equipo. Cada jugador se desarrolla en lo que ya hace bien. Y gracias a eso, cada uno brilla y el equipo gana.
Así funciona también la Psicología Positiva.
Se trata de un cambio profundo de enfoque: pasar de intentar "reparar lo que está mal" a desarrollar lo que ya está bien.
No, no es pensar positivo.
La Psicología Positiva no niega el malestar, ni se trata de obligarte a sonreír cuando no puedes. Tampoco es pensamiento mágico. Y mucho menos una moda pasajera.
Es una disciplina científica que estudia qué hace que las personas - y con ello los equipos- funcionen mejor: con más energía, más sentido y más bienestar.
“La Psicología Positiva es el estudio científico de lo que hace que la vida valga más la pena…”— Christopher Peterson
¿Cuál es su esencia?
Que todos tenemos fortalezas. Y cuando las identificamos, las equilibramos y las usamos con intención, no solo nos sentimos mejor... también rendimos más.
Y esto tiene aplicaciones reales en la vida personal, en el liderazgo, en el trabajo en equipo, en el manejo del estrés y en las relaciones.
Entonces, ¿de qué habla realmente la Psicología Positiva?
De cosas tan humanas como:
· Las fortalezas personales (sí, esas capacidades internas y naturales que todos tenemos).
· Las emociones positivas, y cómo amplían nuestras capacidades.
· Las relaciones que nos sostienen.
· El sentido, ese que nos da dirección y propósito.
· El logro, no como éxito externo, sino como progreso interno.
· El compromiso, esa sensación de estar inmerso en algo que te conecta.
· El famoso flow, donde se alinea lo que haces con lo que eres.
¿Y por qué importa hablar de esto?
Porque aún hoy, muchas personas siguen pensando que lo más profesional es "enfocarse en corregir". Y claro que eso es importante. Pero cuando solo ves las fallas, te pierdes de lo que te puede impulsar: lo que ya haces bien, lo que te da energía, lo que te permite avanzar.
¿Y si en lugar de centrarte solo en lo que te falta, empezaras a usar más lo que ya funciona en ti?
En resumen…
La Psicología Positiva no busca que estés feliz todo el tiempo. Busca que estés en paz con lo que eres, incluso cuando las cosas no salen como esperas. Que construyas una versión de ti más conectada, más intencional, más fuerte. Y eso, en mi experiencia, hace toda la diferencia.
¿Qué parte de esto no sabías o cambió tu forma de ver la Psicología Positiva?
Te leo en comentarios.





