
Me alegra mucho que continúes acompañándome en esta serie donde exploramos cómo los estilos sociales influyen en tu liderazgo. En la entrega anterior, profundizamos en las características del estilo Directivo y cómo el control puede pasar de ser una fortaleza a un gran desafío. Hoy, vamos a descubrir un estilo que quizá te resulte muy familiar si disfrutas de las relaciones, te gusta ser el centro de atención, y valoras profundamente las conexiones humanas.
Cuando las relaciones se convierten en tu fortaleza
Buscas establecer una relación cercana con quienes te rodean, en una reunión o evento social, siempre eres la persona que atrae la atención. No importa quién esté en la sala, sientes que la energía fluye a través de las conversaciones, y te encanta conectar con las personas, compartir historias, y ser parte del grupo. Tu carisma es contagioso, y las personas se sienten atraídas por tu entusiasmo y optimismo.
Pero, ¿qué sucede cuando el deseo de agradar comienza a afectar tu liderazgo?
Camila, una de mis clientas, es un excelente ejemplo de alguien que brilla en las relaciones interpersonales. Es una líder conocida por su habilidad para inspirar y motivar a su equipo con su energía y su capacidad para hacer sentir a todos incluidos. Siempre tiene una historia lista para compartir, y su entusiasmo llena cualquier espacio. Sin embargo, poco a poco, su deseo de ser aceptada y querida por todos la llevó a comprometerse de más, a prometer más de lo que podía cumplir y a evitar confrontaciones necesarias por miedo a perder la aprobación de los demás.
Camila no se daba cuenta de que su fuerte necesidad de conexión y su temor al rechazo estaban afectando su capacidad de liderazgo.
Si te ves reflejado en Camila…
Es posible que tu estilo predominante sea el Influyente o Expresivo. Este estilo te brinda una gran capacidad para conectar con los demás, para ser persuasivo, carismático, inspirar y liderar con entusiasmo. No obstante, como en todos los estilos, el equilibrio es clave. Cuando la búsqueda de aprobación y el temor al rechazo te dominan, es fácil que surjan problemas, haciendo que parezcas desorganizado, indisciplinado, olvidadizo e incluso que evites tomar decisiones difíciles por temor a perder la aceptación de tu equipo.
¿Y si empezaras a confiar más en tu autenticidad que en la aprobación de los demás?
Recuerda que tu verdadero poder como líder no radica solo en ser querido, sino en ser auténtico y tomar decisiones que reflejen tus valores y principios. Establecer límites claros y ser consistente con tus convicciones no solo ganará el respeto de tu equipo, sino que también fortalecerá tu liderazgo.
Practica este sencillo ejercicio, verás la diferencia
La próxima vez que te encuentres en una situación difícil, reflexiona: ¿Estoy actuando para agradar o porque es lo correcto? Ser fiel a tus valores y tomar decisiones firmes, aunque a veces no sean las más populares, te ayudará a construir un equipo más fuerte y cohesionado.
Y si ser el alma de la fiesta no es lo tuyo…
Quizá el próximo estilo sea el que mejor te defina. No te pierdas la próxima entrega, exploraremos el último estilo antes de sumergirnos en los superpoderes que todo líder lleva dentro. Además, recuerda que quien responda correctamente tres preguntas al final de la serie se llevará un Ebook exclusivo que recopila todo este conocimiento para potenciar sus habilidades. ¡Mantente conectado!





